Nadie piensa en Japón como un lugar interesante para bucear. Nadie. Galápagos, Australia, Mar Rojo, Indonesia, Filipinas, Baja California, Maldivas… estos son los destinos que muchos buceadores prefieren para unas buenas vacaciones de buceo. ¿Has escuchado a alguien alguna vez recomendar Japón como destino de buceo? Yo no.
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Pulpo gigante del Pacífico en las costas de Japón, foto de Alexander Semenov
Después de ver varias imágenes de Alexander Semenov, biólogo ruso y uno de mis fotógrafos submarinos favoritos, sobre el Mar de Japón descubrí, con enorme sorpresa, que existen en ese país más de 2.000 puntos de buceo que guardan una enorme diversidad. Al fin y al cabo es un vastísimo archipiélago formado por casi 7.000 islas que suman 34.000 kilómetros de costas. Además, en Japón se pueden disfrutar de diferentes condiciones bajo el agua sin salir del país, con zonas subtropicales y otras cercanas al ártico… Bien pensado, en Japón puedes organizarte las vacaciones más exóticas posibles: tanto la superficie como sus fondos marinos son únicos e incomparables.
Pero… ¿qué esconden los fondos que rodean Japón? En un archipiélago de ese tamaño, bañado tanto por el Pacífico como por el Mar de Japón, los secretos son casi infinitos. Meda Point es uno de los lugares más apreciados para bucear en Japón con dos atractivos principales: medusas y pulpos. Pero no hablamos de cualquier medusa ni de cualquier pulpo. En Japón podemos encontrar la Cyanea capillata omedusa melena de león. Se trata de la mayor medusa existente, pero también es el animal más “largo” que habita el planeta: sus tentáculos pueden alcanzar los 70 metros.
Joven ejemplar de Cyanea capillata o medusa melena de león, foto de Alexander Semenov
El otro gran atractivo de Meda Point son los pulpos gigantes, capaces de pesar 50 kg y alimentarse de tiburones gracias a enorme boca en forma de pico. Estos animales no solo son extraordinarios por su tamaño, también por su inteligencia y su capacidad de mimetismo.
Pulpo gigante del Pacífico cazando un tiburón
Otra zona interesante para bucear en Japón es la Península de Izu, tanto por su cercanía a Tokio como por ser confluencia de aguas tanto cálidas como frías. Su situación permite que se puedan encontrar en su costa peces de diferentes latitudes. En esta zona se pueden visitar interesantes pecios como el Shohan Maru, un carguero de 80 metros de eslora que se hundió hace 50 años y está plagado de corales, peces león y los altamente venenosos peces piedra. Además de vez en cuando se dejan ver tiburones de puntas blancas y algunos tiburones martillo.
Las zonas subtropicales japonesas son también muy interesantes, tanto por su reciente historia como por la fauna y flora del lugar. Las islas Kerama son 22 islas que sirvieron de preparación al ejército norteamericano para la famosa batalla de Okinawa, la batalla de la Segunda Guerra Mundial que más víctimas mortales dejó, más de 250.000.
Isla de Zamami, una de las 22 islas del archipiélago de Kerama
Estas islas, que cuentan con 76 puntos de buceo, tienen la suerte de albergar gran variedad de corales, crustáceos únicos, peces tropicales como los peces payaso, peces ballesta payaso, peces mandarín o una de las morenas más espectaculares: la anguila listón azul. También se puede disfrutar de las visitas de algunas de las criaturas más grandes y pacíficas del océano como las ballenas jorobadas o las mantarrayas gigantes, preciosos animales que pueden llegar a alcanzar una envergadura de hasta 6 metros.
El misterio de Yonaguni
Una de las mayores atracciones para los buceadores en Japón es la isla Yonaguni. Allí se puede bucear con grandes cardúmenes de tiburones martillo, coloridos corales tanto duros como blandos, diferentes peces loro o el más rápido de los atunes… pero eso no es lo más interesante de Yonaguni.
Monumento Yonaguni ¿ciudad submarina perdida o formación rocosa?
En 1986 un buceador local, buscando tiburones, descubrió una formación rocosa que aún hoy se discute si fue creada por el hombre o por la naturaleza. Conocida como el Monumento de Yonaguni, esta formación, que se puede visitar a partir de solo 10 metros de profundidad, tiene caprichosas formas que hacen pensar que se trataba de una ciudad que quedó bajo el agua con el paso de los milenios y nunca se tuvo constancia de su existencia.
A este monumento se accede a través de una amplia entrada similar a un gran pasillo para pasar a unos enormes escalones perfectamente esculpidos de más de 40 metros de largo que recuerdan a los templos precolombinos. Yonaguni tiene dos zonas especialmente misteriosas, por un lado un espacio que cuenta en el suelo con una forma esculpida con marcados ángulos rectos que muchos afirman ser una tortuga. Por otro lado se puede bucear alrededor de una formación similar a una pirámide monolítica de 25 metros de alto. Los que claman que es obra del ser humano calculan que esta ciudad se hundió hace unos 12.000 años... contradiciendo a los que opinan que es acción de la frecuente actividad sísmica de la zona. Sea o no un caso digno de Iker Jiménez, es un lugar extraordinario para unas curiosas inmersiones. Juzgad por vosotros mismos:
El misterio de Yonaguni
Quizá después de conocer estos puntos de buceo en Japón, la próxima vez que alguien comience la conversación sobre los destinos de buceo soñados, se te pasen por la cabeza los tesoros que esconde el fondo japonés.