El delfín mular o delfín nariz de botella (Tursiops truncatus) es un mamífero del orden de los cetáceos. Es quizás uno de los cetáceos más conocidos, debido a su amplio uso en parques marinos y centros de investigación. Para diferenciar a este delfín de otros de su especie basta con ver su robusto cuerpo y su corta y ancha nariz (de ahí el sobrenombre de "nariz de botella").
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El delfín mular tiene gran flexibilidad en su cuello ya que 5 de las 7 vértebras del cuello no están fusionadas, a diferencia de otros delfines oceánicos. Esta característica, junto con su gran inteligencia y carácter amistoso, ha hecho que sean los preferidos por los dueños de los parques y zoológicos ya que permiten realizar más acrobacias y aprender más trucos.
Estos delfines, que cuentan con entre 18 a 26 pares de dientes afilados y cónicos en cada lado de la mandíbula, son generalmente de color gris claro en la parte superior del cuerpo con los grises pálidos, siendo rosáceo en el abdomen. La aleta dorsal, situada cerca del centro de la espalda, es alta y curvada. Sus aletas pectorales son anchas y curvadas con una muesca de mediana profundidad.
La longitud de los ejemplares adultos oscila entre los 2,5 y los 4 metros, llegando a alcanzar un peso de hasta 650 kg. Los machos son significativamente más grandes que las hembras. Los delfines mulares son fuertes y ágiles mamíferos que alcanzan velocidades máximas de 21 nudos (35 km/h).
Los delfines mulares trabajan en equipo para capturar a sus presas
Los delfines mulares, que cazan tanto en individual como en equipo, utilizan la ecolocalización para dar con grandes bancos de peces de los que alimentarse. Los peces forman el alimento principal de su dieta pero también incluyen calamares o diferentes crustáceos, necesitando 15 kilos de alimento diario.
Los delfines mulares se encuentran en aguas templadas y tropicales de todo el mundo en grupos de hasta 10 o 12 individuos. Se pueden ver habitualmente puertos, bahías, lagunas, estuarios y desembocaduras de los ríos. Frecuentemente surcan la estela dejada por los barcos y, a veces, se acercan a los nadadores y los dejan jugar con ellos.
La población de delfines mulares sigue siendo bastante numerosa, pero están a punto de agotarse en algunas áreas aunque ni la explotación directa como la accidental pone en riesgo la permanencia de estos delfines en nuestros mares y océanos. Las mayor cantidad de muertes directas de los delfines nariz de botella se han producido tradicionalmente en el Mar Negro, donde los cazadores rusos y turcos han reducido drásticamente las poblaciones locales. Los delfines mulares siguen siendo atrapados accidentalmente con diferentes tipos de pesca con redes, principalmente a través de redes de arrastre.