Además de ser mamíferos, los seres humanos y los delfines compartimos muchas características y comportamientos que podrían explicar la relación tan estrecha que mantenemos ambas especies.
Sí, a nosotros también nos flipan los delfines. Por eso hemos creado esta colección de camisetas y sudaderas de delfines. Incluyendo la del delfín de Tarifa que tanto gusta :-)
1. Nos gustan las gatos
Todos aquellos que hayan tenido gato saben que no se dejan acariciar por cualquiera y que odian el agua casi tanto como a una aspiradora. ¿Por qué extraña razón los gatos permitirían que un ser húmedo, desconocido y que produce sonidos agudos les acariciase?
2. Inventamos juegos
Frente a las costas de Hawaii se han registrado varios casos de ballenas jorobadas y delfines mulares participando en juegos nada delicados: básicamente la ballena levanta al delfín con su morro y lo tira en su espalda. Nada diferente de lo que pasa entre hermanos mayores y pequeños.
3. No tenemos miedo a pedir ayuda
Este vídeo y el delfín se han hecho mundialmente famosos y muestran una vez más la inteligencia de estos animales, capaces de abordar a unos buceadores para pedirles, por favor, que le quitasen la red que se había enredado en su cuerpo.
4. Somos emprendedores, hacemos cosas
Parafraseando un antiguo presidente del Gobierno de España, los delfines hacen uso de la creatividad para ganarse el pan de cada día. Usando su aleta caudal son capaces de levantar el limo del fondo para encerrar a sus presas y comérselas fácilmente.
5. Ayudamos a aquellos que se han perdido
Meterte entre un enorme banco de peces cuando un pez vela está cazando no es una buena idea. No solo son los más rápidos del océano, además van por delante con una espada. Este apneísta estaba perdido en medio de la comida del pez vela cuando un grupo de delfines moteados le rodeó para evitar que fuese ensartado.
6. Protegemos a otras especies en apuros
Además de a los humanos, los delfines se ofrecen a ayudar a otros mamíferos marinos, como a esta foca que no se decidía por el camino a seguir.
7. A ambos nos gustan mucho los seres humanos, a los delfines a veces demasiado
Los delfines y humanos pueden llegar a tener relaciones muy cercanas e intensas. Aunque difícil llegar al punto de Margaret Howe Lovatt, que en los años sesenta participó en un proyecto de investigación financiado por la NASA, en el que entabló una inusual relación con un delfín llamado Peter.
8. Todos cometemos errores
Los delfines en ocasiones pueden llegar a confundir su camino y acabar varados, pero con un poco de ayuda salen adelante.
9. Ambos disfrutamos cuando salimos a dar una vuelta
En el caso del delfín girador o acróbata de hocico largo (Stenella longirostris) hasta 5. No se sabe muy bien por qué algunos delfines realizan acrobacias, pero se cree que saltar por encima de la superficie del agua les permite ver si hay aves sobrevolando bancos de peces, les facilita la desparasitación o lo utilizan para comunicarse.
10. A todos nos gusta que nos llamen por nuestro propio nombre
Igual que a ti te gusta que cuando se dirigen a ti te llamen por el nombre que te dieron tus padres, los delfines hacen saber a otro miembro del grupo que quiere comunicarse con él imitando el propio silbido o chasquido de ese delfín.