Poca gente asocia el mar Mediterráneo a la presencia de tiburones… aún cuando contamos con 90 especies que habitualmente aparecen por nuestro litoral. Tampoco es ampliamente conocido el enorme daño que está haciendo la industria pesquera española a la conservación de los tiburones. España capturamos la mitad de los ejemplares que se pescan en la UE y somos el tercer país del mundo en número de pesca de tiburón.
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Hoy puedes aprender más sobre 13 de las especies de tiburón que habitan nuestras aguas así como su estado de conservación. Y que no cunda el pánico, solo se han registrado 2 ataques de tiburón en el Mediterráneo en los últimos 400 años. Y ninguno de ellos fue mortal.
1. Tiburón blanco (Carcharodon carcharias)
Sí, créetelo, podemos encontrar tiburones blancos en aguas del Mediterráneo. Aunque es muy poco probable, solo se han documentado 23 capturas en los últimos 50 años. El gran blanco, que hizo mundialmente temido Spielberg gracias a su película “Tiburón”, es conocido en nuestro país como jaquetón. Es casi imposible verles por nuestras costas ya que pasan de largo para dirigirse al estrecho de Messina, donde su presencia es más numerosa ya que allí se reúnen para aparearse. En este vídeo podemos ver una cría de tiburón blanco en aguas del Mar Egeo, en las costas de Turquía, capturada y liberada por los pescadores. Se cree que algunas de las hembras de tiburón blanco embarazadas acuden a esta zona del Mediterráneo durante julio para dar a luz a sus crías.
El tiburón blanco, que huye de las aguas frías, puede encontrarse en todos los océanos del planeta salvo en el ártico y antártico. Aunque es capaz de sumergirse hasta los 900 metros suele cazar entre los 3 y los 25 metros, lugar donde se encuentra su alimento. Debido a su tamaño, peso y fuerza puede cazar desde presas grandes como pequeñas ballenas o delfines a otras de menor tamaño como leones marinos y focas También es habitual que se alimente de carroña de ballenas.
2. Cailón (Lamna nasus)
El cailón (Lamna nasus) es una especie de tiburón que se encuentra en una situación delicada, ocupando la lista roja de la IUCN (International Union for Conservation of Nature, la organización medioambiental global más grande y antigua del mundo) en situación de vulnerabilidad. El dramático descenso de su población se debe a la acción del hombre que lo pesca tanto por su carne (se le conoce como "la ternera del océano") como por entretenimiento en pesca deportiva. En el Atlántico norte su población ha sufrido un descenso del 90% en menos de 40 años.
Estos tiburones se pueden encontrar en toda la costa mediterránea y en las Canarias. Aunque no es habitual, son capaces de adentrarse en playas y puertos durante los meses de verano para encontrar su alimento (cefalópodos, sardinas, caballas o crustáceos). De cuerpo fuerte y robusto, (puede alcanzar los 3,5 metros y hasta 225 kilogramos) no tiene problema en introducir en su dieta delfines ya que es un tiburón muy rápido y agresivo.
3. Tiburón azul (Prionace glauca)
El tiburón azul (o tintorera, como se conoce comúnmente al tiburón azul en España) es uno de los tiburones que más se pesca en la Unión Europea, superando las 4.000 toneladas las que se capturan cada año de este elegante tiburón. Aunque no es posible hacer estimaciones sobre su población debido a su carácter migratorio, la IUCN la ha situado en su lista roja como amenazada.
La tintorera ocupa todos los océanos y mares del planeta, pudiendo llegar a realizar viajes de más de 5.000 kilómetros. No es una especie de gran tamaño, siendo la media 2,5 metros de largo y su peso los 80 kilos. Su alimentación es similar al resto de escualos de su tamaño: meros, calamares, jureles, atunes…
4. Tiburón martillo (Sphyrna zygaena y Sphyrna lewini)
Las especies de tiburón martillo que habitan las cosas mediterráneas también están incluidas en la lista roja de la IUCN. En algunas zonas del Atlántico su población se ha reducido en un 95% en los últimos 30 años ya que sus aletas son de las más codiciadas para la elaboración de la famosa sopa que hace furor en Asia.
Estos escualos se encuentran en aguas cálidas y en zonas costeras tropicales entre las latitudes 46° N y 36° S, pudiendo encontrarse en España en toda la costa mediterránea, incluidas las Baleares, y también en aguas de las Islas Canarias. Aunque puede llegar a habitar aguas profundas de hasta 500 metros suele pasar la mayor parte de su tiempo alrededor de los 25 metros de profundidad. Estas especies no suelen sobrepasar los 4 metros de largo y los 150 kilogramos de peso y su dieta principal son los cefalópodos, rayas, sardinas, caballas o crustáceos. No son consideradas agresivas ni peligrosas para los humanos. Los tiburones martillo suelen pasar mucho tiempo en grandes grupos, espectáculo realmente único.
5. Mielga (Squalus acanthias)
La mielga (o galludo, como le conocen en Canarias) es un pequeño tiburón de poco más de un metro de longitud que cuenta con varias particularidades que le hacen único. Por un lado está dotado de unas muy afiladas espinas dorsales cargadas de veneno y por otro, su forma de expulsar los embriones es muy poco común ya que lo hace por la cabeza.
Otra de las características notables de este elasmobranquio es que se encuentra en situación crítica, existiendo, según los datos de la IUCN, un grave peligro de desaparición de las costas del Atlántico Norte. La mielga es capturada para preparar los famosos fish and chips, para la elaboración de sopa de aleta de tiburón o por el aceite de hígado.
El tiburón mielga es un animal migratorio que busca las aguas profundas de las costas pudiendo llegar a encontrarse hasta los 900 metros de profundidad. Este voraz y agresivo animal se alimenta de arenques, caballas y cangrejos principalmente.
6. Tiburón peregrino (Cetorhinus maximus)
El tiburón peregrino es el segundo tiburón en tamaño después del tiburón ballena. Es un tiburón pelágico pero se puede ver cerca de las costas y a poca profundidad, casi siempre con su enorme boca abierta tratando de filtrar plancton, pequeños peces y crustáceos. Los ejemplares adultos alcanzan un peso de cuatro toneladas y 10 metros de longitud… y son capaces de filtrar 2.000 toneladas de agua cada hora.
Su lentitud de movimientos y tolerancia a los seres humanos han facilitado su caza indiscriminada para el consumo de su carne y para la realización de aceite a partir de su enorme hígado, que representa un 20% de su peso y que realiza una labor fundamental en su flotabilidad. Hoy se encuentra en la lista roja de especies amenazadas de la IUCN (International Union for Conservation of Nature, la organización medioambiental global más grande y antigua del mundo).
Aunque prefieren las aguas frías, los tiburones peregrinos ocupan todos los océanos del planeta.
7. Tiburón de aletas negras (Carcharhinus brevipinna)
El tiburón de aletas negras es una especie costera que puede llegar a habitar profundidades de hasta 100 metros aunque prefiere alimentarse en aguas poco profundas, en torno a los 30 metros. El color de sus aletas hace que sea confundido con tiburones de puntas negras, pero estos son más pequeños que los aletas negras, que pueden alcanzar los 3 metros de longitud.
Se alimentan de grandes bancos de arenques, sardinas, anchoas o bonitos atacándoles con rápidos movimientos. También cazan moluscos y algún cefalópodo e incluso rayas. Aunque no es peligrosa para los humanos debido a que no cuenta con grandes dientes y su boca es pequeña, es peligroso acercarse a ellos cuando se están alimentando por su veloz y agresiva técnica de caza. Este tiburón utiliza una metodología común en otros tiburones, nada a gran velocidad desde el fondo para atacar verticalmente el cardumen de peces… llegando a salir fuera del agua debido a la velocidad y fuerza de la embestida. Se le conoce en inglés como Spinner Shark (tiburón girador) ya que en sus ataques sale de la superficie del agua girando rápidamente sobre sí mismo
En el Mediterráneo solamente podemos encontrar a esta especie en la costa del norte de África. Aunque su pesca comercial ha sido intensa, el mayor peligro al que se encuentra es la degradación y contaminación de su hábitat, siempre costero. Aún así, no se encuentra en grave peligro de desaparición.
8. Tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis)
El nombre de este tiburón no es casualidad, se debe a la textura de su piel, muy lisa y suave. De todas las especies de esta serie de tiburones del Mediterráneo, es posiblemente la más difícil de ver en nuestras aguas ya que penetra muy ligeramente en el estrecho de Gibraltar y además por que es una especie que pasa la mayor parte de su tiempo alrededor de los 50 metros de profundidad.
Se trata de un tiburón migratorio de un máximo de 2,5 metros de largo que se alimenta principalmente de bancos de atunes y sardinas aunque no rechaza la oportunidad de cazar algún pulpo o calamar. Se han dado casos de ataques a buceadores y es bastante agresivo con los humanos, así que es mejor no acercarse demasiado a estos animales si se produce un encuentro accidental, por otro lado no muy probable ya que pasan la mayor parte de su vida en alta mar.
Aunque no es una especie que se encuentre en grave peligro de extinción, tanto la pesca del atún con redes (que habitualmente se lleva dentro jaquetones sedosos) como el consumo de aleta de tiburón están mermando el número de ejemplares de esta especie.
9. Cazón (Galeorhinus galeus)
Es posible que alguna vez hayas comido cazón en adobo y no sabías que te estabas comiendo un tiburón. Este popular plato tanto andaluz como canario se realiza con Galeorhinus galeus, un tiburón que vive en profundidades de entre los 40 y los 400 metros. Sus aletas también son muy apreciadas para la elaboración de sopa. El cazón habita todo el Mediterráneo y su continuidad en nuestros mares no se encuentra en situación delicada aunque Greenpeace ha incluido a esta especie entre las vendidas en los supermercados españoles que pueden provenir de pesca o acuicultura insostenible.
Se trata de un tiburón que vive cerca de los fondos marinos y que alcanza los 2 metros de longitud en los ejemplares adultos. Se alimenta de cefalópodos, crustáceos, de otros peces demersales (que viven pegados al fondo) como él, equinodermos o gusanos.
10. Mako (Isurus oxyrinchus)
El marrajo común, conocido también como mako, en un tiburón que ocupa gran parte de los océanos del planeta. Su pertenencia a la misma familia que la del tiburón blanco, los lamnidae, hace que estemos hablando de un gran y agresivo tiburón capaz de alcanzar los 4,5 metros los 750 kilogramos de peso y que posea una gran fuerza y velocidad. De hecho es uno de los depredadores más rápidos del océano, capaz de alcanzar picos de velocidad de hasta 75 km/h.
Con este tamaño, fuerza y velocidad no es de extrañar que se alimente desde pequeños cetáceos a delfines, tortugas, grandes atunes o incluso peces espada, del que es el principal depredador.
Al ser un tiburón pelágico no es habitual verle cerca de la costa aunque es ciertamente posible cuando busca alimento. En España es, como el cazón, un plato común en zonas de Andalucía, donde se pesca con caña desde algunas playas. Por si no ha quedado claro aún, es un tiburón peligroso al que hay que tener enorme respeto ya que incluso se han detectado casos de ataques a embarcaciones. No es una especie que se encuentre en grave peligro aunque sí está en situación de vulnerabilidad.
11. Tiburón zorro (Alopias superciliosus)
Viendo esta imagen queda claro el porqué del nombre común del Alopias superciliosus. Con una aleta caudal del mismo tamaño que su cuerpo, el pez zorro se encuentra actualmente entre las especies de tiburón más vulnerables. El tiburón zorro es un tiburón pelágico que podemos encontrar en profundidades de hasta 500 metros en aguas situadas entre los trópicos. También es posible ver este precioso tiburón en aguas costeras y se puede encontrar en el Mediterráneo. Otra de sus características físicas notables son sus grandes ojos (también es conocido como “zorro ojón” por ello) que le ayudan a encontrar presas donde hay poca luz.
Este tiburón tiene una curiosa forma de obtener su alimento: cuando detecta un cardumen de peces se acerca rápidamente y de un rápido giro golpea a los ejemplares con su aleta caudal para aturdir a sus presas y poder así capturarlas de manera más sencilla, técnica similar a la que utiliza el pez vela. No es de extrañar que en algunas zonas de Latinoamérica se le conozca como “tiburón azotador”.
El pez zorro se encuentra en la lista roja de especies amenazadas de la IUCN (International Union for Conservation of Nature, la organización medioambiental global más grande y antigua del mundo). Por este hecho en España está prohibida la pesca de este tiburón desde 2009. Es un tiburón que no representa ningún peligro para el hombre, tanto por su tamaño (en torno a los 3-4 metros contando su larga aleta) como por la forma de su boca como por su carácter tímido y esquivo.
12. Jaquetón toro (Carcharias Taurus)
No, no habitan en nuestras costas el agresivo y territorial tiburón toro Carcharhinus leucas (capaz de remontar ríos, por cierto) sino el denominado pez toro y que ni siquiera comparte familia con el famoso tiburón toro del Caribe o de las costas australianas.
El pez toro es un tiburón que habita los fondos arenosos costeros de hasta 20 metros y que en el Mediterráneo podemos encontrarlo en toda la costa española y el norte de África. Es un tiburón tranquilo y de lentos movimientos, características que le han hecho, junto a su tolerancia a la cautividad, que sea el tiburón con más presencia en acuarios de todo el mundo.
Este tiburón, que puede llegar a alcanzar los 3,5 metros de longitud y los 160 kilos de peso, tiene una boca aterradora, cubierta de hileras de largos y afilados colmillos que utiliza para cazar rayas, otras especies de tiburones, morenas o calamares. A pesar de ese pavoroso aspecto no son especialmente peligrosos para los seres humanos aunque sí hay documentados ataques a pescadores en apnea, pero no es nuestras costas.
Este tiburón también está incluido en la lista roja de la IUCN de especies en peligro. Entre sus amenazas se encuentran las redes de pesca (debido a lo poco profundo de su hábitat) y la comercialización del aceite de su hígado para cosmética, especialmente en Asia.
13. Angelote (Squatina dumeril)
Los angelotes pueden ser confundidos con rayas tanto por su comportamiento como por la forma aplanada de su cuerpo así como por su manera de desplazarse por el fondo, pero estamos hablando de un género de elasmobranquios.
Este animal puede ser encontrado en nuestras costas, tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico (es común en las Islas Canarias), siempre habitando el fondo a un máximo de 100 metros, pero es fácil encontrarlos a poca profundidad, en torno a los 5-7 metros. Es un experto cazador que ha desarrollado su técnica de camuflaje al máximo: su piel imita los fondos arenosos donde reside y caza a la vez que es capaz de enterrarse para pasar completamente desapercibido. Así, durante la noche, caza crustáceos y diferentes peces que no se percatan de su presencia y acaban siendo engullidos por su enorme boca de un rápido bocado.
Esta especie se ha incluido en la lista roja de la UICN como en estado crítico.