La historia del Thistlegorm comienza en los astilleros de JL Thompson e hijos en Sunderland, Reino Unido, en 1941. Con 126 metros de eslora y casi 5.000 toneladas de peso se trataba de un carguero de gran tamaño y capacidad que alcanzaba los 10 nudos. El barco pertenecía a una serie de 4 buques construidos por la línea Alby y que llevaban el emblema de Escocia, el cardo o “Thistle” en inglés, seguido de una palabra gaélica: Thistledhu, Thistlegorm, Thistleglen y Thistlenuir.
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Poco después de ser botado, el Thistlegorm fue requisado por la Real Marina Británica para apoyar a los aliados en la Segunda Guerra Mundial y se equipó con armamento de la Primera Guerra Mundial para su defensa. En septiembre de 1941 ya había completado tres viajes con éxito: Estados Unidos, Argentina y las Antillas Holandesas, antes de su último y fatal destino, el Canal de Suez.
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El último viaje del Thistlegorm
Su último viaje comenzó en Glasgow, de donde partiría con un cargamento de rifles, municiones, partes de aviones, botas Wellington, camiones, locomotoras, tanques, motos y túnicas para la campaña en el Norte de África. El largo viaje que tenía que realizarse rodeando África y subiendo por el Mar Rojo ya que los alemanes controlaban el Mediterráneo. Tras una parada en Adén, donde se atrincheró durante dos días, fue escoltado de sur a norte del Mar Rojo por el HMS Cairo para el anclaje en Sha'ab Ali. Durante 10 días el barco estuvo retenido por el bloqueo de la entrada del Canal de Suez por parte de un barco averiado.
Un escuadrón de bombarderos alemanes Heinkel 111, después de haber fracasado en su misión de encontrar y hundir el Queen Mary (que entonces se utilizaba para el transporte de tropas), buscaron un objetivo secundario y encontraron el Thistlegorm. El 6 de octubre 1941, después de ametrallar el barco, lanzaron dos bombas que afectaron a las bodegas de popa, donde se encontraba gran parte de la munición. Las explosiones iniciales partieron la nave en dos, ayudadas por la explosión del material que transportaba, incluso lanzando por los aires dos locomotoras. El Thisthegorm no tardó en hundirse mientras la tripulación que quedaba con vida abandonó el barco ayudados por el SS Salamanua y el Carlisle HMS. Nueve tripulantes murieron en el ataque. Dos días después esos mismos Heinkel, tras una breve parada en la base de Creta, hundieron el Rosalie Moller.
El descubrimiento del Thistlegorm
Finalizada la guerra, era común la búsqueda de muchos de estos barcos hundidos, en parte a la caza de posibles “tesoros” y también por parte de historiadores y organismos internacionales que buscaban documentar los desastres de la guerra. A mediados de los años 50 Jacques Cousteau, con ayuda de pescadores locales, dieron con el Thistlegorm. El descubrimiento fue parte de un documental de National Geographic y también formó parte de sus series documentales “El mundo silencioso”. Tan mítico ha sido para el buceo en pecios el descubrimiento de la campana del barco como el poco cuidado que tuvo el equipo con este pedazo de la historia, que no tuvo reparos en arrancar puertas o trozos de coral adosados al barco.
El pecio, situado entre los 18 y los 33 metros de profundidad, fue dejado en el olvido hasta la década de los 90, cuando los centros de buceo del Mar Rojo empezaron a incluir este pecio en sus rutas de buceo, pasando a formar parte de los mejores y más solicitados pecios del mundo.
El buceo en el Thistlegorm
La popularidad de este pecio entre los miles de buceadores que visitan Sharm el Sheikh, norte del Mar Rojo, cada año ha deteriorado el pecio y los alrededores, sobre todo los amarres descuidados, pero aún así es un gran pecio, de primer nivel mundial.
Iniciar el descenso hasta la proa es todo un espectáculo, con la cadena del ancla de estribor hundida en el fondo. Desde ahí podemos empezar a introducirnos entre las filas de camiones y motos, con hoy más de 70 años bajo el agua, para llegar al almacén de rifles y partes de aviones como alas que aún se conservan.
En la bodega número dos encontraremos más camiones y varias botas y desde ahí podemos alcanzar la bodega de abastecimiento de combustible. Esta sala es la que recibió el primero de los impactos de bomba. Se trata de una sala muy espaciosa donde han fijado su residencia un gran banco de peces barrenderos.
A unos quince metros a babor se encuentra una de las dos locomotoras pero todo lo que queda es la caja de humos, las calderas y la cabina de ingenieros han desaparecido. La bodega de popa se desintegró en el ataque dejando gran cantidad de municiones esparcidas a su alrededor. Los cañones antiaéreos de la Primera Guerra Mundial con que fue equipado el buque están todavía en su lugar y son muy populares entre los fotógrafos, casi todos los que han visitado este pecio han tomado alguna fotografía de estos cañones. Hacia la popa podemos tener una preciosa vista de su hélice y el timón hacia los 32 metros.
Una de las zonas más interesantes es el puente, donde se puede apreciar la fuerza de la explosión que produjo el bombardeo. La cubierta está retorcida, plegada sobre sí misma, y desde aquí podemos acceder a la sala de radio y a la cocina, donde aún quedan algunos enseres en buen estado.
Hay pecios que destacan por su fauna y otros por la historia que tienen detrás. En el caso del Thistlegorm si bien la fauna no es lo más reseñable sí que hay muy interesantes residentes. Desde tortugas a peces murciélago, anémonas, corales blandos y duros, pargos, meros, ídolos moros, antias, barracudas, invertebrados, crustáceos… Pero desde luego, este pecio ha ganado fama mundial por su historia y la posibilidad que ofrece de bucear entre restos de la más cruenta guerra de la Historia.
El cargamento del Thistlegorm
El aspecto más interesante del Thistlegrom es el buceo entre maquinaria, armamento, munición y enseres de la tripulación y las tropas del Norte de África a las que iba destinado este cargamento. Estas son algunas de las piezas que se pueden encontrar en el Thistlegorm:
Locomotoras
La locomotora de vapor Stanier 8F fue quizás el caballo de batalla de la red ferroviaria en los años 30 y de los 40 y más de 200 de los 852 realizados fueron exportados a Oriente Medio. Diseñado por Sir William Stanier se enviaron a la campaña del norte de África para proporcionar suministro adicional de agua para operaciones en el desierto.
Tanques
Tres unidades de los pequeños tanques Bren Gun Carrier puede verse entre las dos secciones de los restos del Thistlegorm. Fueron utilizados como apoyo de infantería y equipados con metralletas. Podían alcanzar una velocidad de 48 km/h y transportar un máximo de 5 personas.
Motocicletas
BSA M 20
Hasta 126.000 de estas motos se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial y varias de ellas se pueden encontrar en el Thistlegorm. Se asignaron al Mariscal de Campo Auchinleck, que estaba a cargo de las tropas británicas que luchaban contra Rommel.
G3L
La G3L era una biplaza de un solo cilindro con una caja de cambios de cambio de 4 velocidades. Fue diseñada específicamente para ser utilizada en el desierto.
Norton 16 H
La Norton 16 h era muy similar a las motocicletas BSA M20 y también se diseñó en exclusiva para la campaña del desierto. Más de 100.000 se fabricaron durante la Segunda Guerra Mundial.
Camiones
Bedford MW
Más de 65.000 de estos versátiles camiones se construyeron durante la guerra para aprovisionamiento de todo tipo de materiales a las tropas.
Bedford OY
Este camión contaba con el doble de la carga útil que el MW y se utilizaba entre otras cosas para el transporte de tanques. Hasta 72.000 unidades se produjeron para la guerra.
Aún podemos encontrar varios camiones en el interior del Thistlegorm
Morris Comercial CS8
Estos potentes camiones se usaban para mover artillería hasta el frente.
Ford WOT
El más grande de los vehículos que quedan en el Thistlegorm. Este camión de más de 6 metros y doble eje se utilizaba para cargas pesadas. Sólo un pequeño número de estos vehículos fueron producidos para el ejército.
Ford WOT 2
Este fue uno de los camiones más comúnmente utilizados, con alrededor de 60.000 unidades producidas.
Ford WOT 3
Más grande que el WOT 2, este camión estaba equipado con un motor Ford V8.
Tilling Stevens TS19
Este era el más grande de los camiones de cuatro ruedas, con 6,4 metros de largo y 400 kg de peso. Se utilizaba para transportan todo tipo de materiales al frente.