El pez payaso (Amphiprion ocellaris) es una familia de coloridos peces con intensos tonos que van del amarillo al marrón anaranjado pero que todos asociamos al más común y que alcanzó mucha popularidad gracias a la película “Buscando a Nemo”: naranja brillante con rayas blancas rodeadas por delgadas líneas negras. Un pez que nos fascina desde años, tanto que hemos creado camisetas de peces payaso en su honor :-)
Los peces payaso tienen su hábitat en venenosas anémonas, donde viven, se refugian, reproducen, alimentan y desovan. Aunque solo habitan en 10 de las más de 1.000 clases de anémona que existen el pequeño pez payaso, gracias a un curioso capricho de la naturaleza, es capaz de vivir rodeado de los urticantes tentáculos de su huésped utilizándolos como mecanismo de defensa ante los depredadores, pero también como fuente de alimento.
El colorido de los peces payaso atrae a peces más grandes que intentan devorarlos pero que al contacto con la anémona quedan paralizados y son devorados por ella. Los restos los aprovecha el pez payaso que con su osadía consigue alimento a la vez que limpia a las anémonas de los restos que ésta deshecha, dejándola en perfecto estado. Otro de los beneficios que obtiene la anémona de su relación con el pez payaso es una mayor oxigenación de sus tentáculos ya que su nado a través de la anémona proporciona un mejor y mayor flujo de agua.
Esta beneficiosa relación que mantienen ambos animales se denomina mutualismo. Los peces payaso no necesitan de las anémonas para sobrevivir (como ha demostrado su permanencia durante años en acuarios sin la presencia de anémonas) ni las anémonas morirían sin la ayuda de los peces payaso, pero han encontrado en esta colaboración manera más sencilla de sobrevivir. El pez payaso no nace inmune a las anémonas si no que gracias a una mucosa que genera desde que nace va inmunizándose lentamente a lo largo de su vida.
Otra habilidad fascinante de estos llamativos peces es su capacidad para cambiar de sexo. Son hermafroditas y nacen todos machos pero los ejemplares más adultos de la colonia se convierten en hembras para ser fecundadas por el macho que le sigue en la jerarquía, solo uno. Cuando la hembra muere, el siguiente en edad, el macho dominante que la ha fecundado, muta en hembra para aparearse con el siguiente macho de la jerarquía, repitiendo el proceso una y otra vez. Tras guardar los huevos durante 3 a 5 días en los alrededores de la anémona estos eclosionan y el grupo se encarga de cuidar a las crías hasta que alcanzan la madurez sexual. Los peces payaso, lejos de su imagen de gentiles y huidizos, son agresivos peces muy territoriales que no dudan en atacar si sienten amenazada su progenie o su huésped como pasa con el pez mariposa, que se alimenta de los pólipos de las anémonas.
Los peces payaso tienen pocos depredadores en el océano gracias a su relación con las anémonas. Su mayor amenaza son los seres humanos, que capturan estos animales como motivos decorativos, llegando al punto de esquilmar su población en algunas zonas de la gran barrera de coral australiana. Muy lejos de entender el mensaje de la película “Buscando a Nemo” (la infelicidad de los peces confinados en acuarios que luchan por volver a su hogar) muchos padres han comprado a sus hijos peces payaso y otros que aparecen en la película, como los ídolos moros, para decorar sus habitaciones. Si en libertad los peces payaso llegan a vivir hasta 10 años, en aguas confinadas no alcanzan los 5 aunque sí se reproducen con facilidad.
Los peces payaso macho alcanzan un máximo de 11 centímetros siendo las hembras algo más grandes. Su hábitat son los arrecifes de coral de aguas cálidas, hasta una profundidad de 15 metros, alrededor del Triángulo de Coral y en el Mar Rojo, teniendo más presencia en Bali (Indonesia), Filipinas, Malasia y Australia.