Palau, la pequeña república de Micronesia formada por más de 300 islas coralinas y de origen volcánico, ha prohibido la pesca comercial en sus aguas para promover el turismo y los viajes de buceo, convirtiendo a Palau en un santuario marino.
Presidente de Palau, Tommy Remengesau Jr. afirmó en un discurso en una reunión de la ONU sobre océanos y mares que una vez finalicen los contratos de pesca que mantiene con Japón, Taiwán y algunas otras empresas privadas sólo se permitirá la pesca por residentes y turistas.
Remengesau afirmó que quieren establecer "un santuario marino que permitirá a Palau preservar un ambiente prístino para promover el snorkel, el buceo y el ecoturismo" como una forma alternativa para hacer crecer su economía. "La gran diferencia en el futuro" comentó Remengesau "es que a través de la pesca sólo vamos a alimentarnos a nosotros mismos y a los turistas. Actualmente estamos además alimentando a millones de personas fuera de nuestro territorio".
El primer santuario de tiburones del mundo
Anteriormente, en 2009, Palau estableció el primer santuario de tiburones de todo el mundo al prohibir la pesca comercial de tiburones en sus aguas territoriales, y, además, adoptó la ley más restrictiva en contra de la pesca de arrastre. Remengesau confirmó ante la ONU que está viendo disminuir las poblaciones de peces cada año y que el tamaño de los peces es también cada vez menor. Con un santuario marino, comentó, "vamos a poner de nuestra parte para asegurarnos de que contamos con una población saludable de peces en Palau que luego puedan emigrar a otros lugares". Hay que tener en cuenta que Palau comparte fronteras marinas con Filipinas y Micronesia.
Remengesau confirmó que gran cantidad de buceadores que acuden a Palau vienen a bucear con tiburones, algunos de ellos, como el tiburón ballena, pueden llegar a vivir hasta 100 años. Según un estudio elaborado por el mismo gobierno de Palau, un tiburón vivo aporta 1,9 millones de dólares en su vida como "atracción turística" en comparación con un tiburón muerto, que tiene un valor de varios cientos de dólares con la venta de sus aletas.
Million Dollar Reef Shark from Mullberry Studio
Para hacer cumplir la prohibición de la pesca comercial, Remengesau dijo que Palau está trabajando con socios potenciales para obtener equipos de radar y aviones no tripulados para vigilar sus aguas. Durante la conferencia en la ONU Remengesau afirmó también que el cambio climático y el calentamiento global están teniendo un grave impacto en su país, "tanto en Palau como en otras islas del Pacífico se producen una enorme cantidad de lo que llamamos patrones climáticos impredecibles que traen tifones, tormentas y todo tipo de fuerzas destructivas a las islas" comentó. "Tenemos otros problemas como el aumento del nivel del mar que amenazan a nuestro país." Palau también ha pedido a las Naciones Unidas que adopte como nueva meta limpiar los océanos del mundo, restablecer las poblaciones de peces y traer un poco de equidad a los recursos que están adoptando otros.