Hubo un tiempo en el que el respeto de los buceadores por las especies marinas dejaba mucho que desear. Se tocaba, pescaba y mataba a muchas especies marinas sin tener en cuenta el impacto que ello tenía en el ecosistema, en gran parte por que los submarinistas se iniciaban en el buceo tras haber pasado por la apnea y la pesca. Corales que se arrancaban como trofeo, no se tenía el más mínimo cuidado con las aletas, se acababa con supuestas plagas sin ningún control científico… incluso el venerado Jacques Cousteau y su equipo no tenían ningún miramiento en usar dinamita en un arrecife para contar y catalogar especies, llevándose por delante decenas de peces incluyendo peces napoleón o ángel.
A medida que la industria del buceo ha ido creciendo, el respeto por la vida salvaje se ha apoderado de la gran mayoría de buceadores y desde los 90 se empezaron a crear campañas para concienciar sobre la necesidad de conservar las costas, arrecifes y especies marinas. Hoy hay pocos buceadores que no sepan que tocar a las criaturas marinas es perjudicial para el ecosistema, pero aún hay buceadores que no pueden resistir la tentación de acariciar un tiburón ballena, agarrar a un pulpo para hacerse una foto y sigue habiendo centros de buceo que alimentan artificialmente a especies para que sus clientes tengan una “mejor experiencia de buceo”. ¿Cómo es posible que alguien que se considera amante de la vida marina se agarre a una mantarraya como si fuese un scooter? ¿Creen que pez globo disfruta mientras se llena de agua tratando de salvar su vida? ¿Están los tiburones preparados para llevar una rémora de 80 kilos?
Para realizar un buceo respetuoso con la vida marina no tienes más que seguir estos consejos básicos:
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- No toques la vida salvaje. Algunos animales marinos tienen una capa protectora que se elimina al contacto, exponiéndoles a los parásitos y a las infecciones. Tocar o "jugar" con ellos también les estresa y asusta, arruinando además la inmersión de tus compañeros que sí han bajado a observar la vida marina. Evitar el contacto con la fauna marina es más seguro para ti y para ella.
- Ten especial cuidado con el coral. Son animales muy sensibles al contacto: la porción del coral que se toca, muere. Los buenos buceadores nunca tocan el coral con sus aletas y aquellos que necesitan utilizar el gancho de arrecife cuando las corrientes son fuertes enganchan este artilugio al coral muerto o a las rocas.
- No dejes más que burbujas, no saques nada más que fotos. Sacar del mar cualquier especie o dejar algún tipo de deshecho en el fondo destruye la vida marina y desequilibra el ecosistema. Si estás interesado en la fotografía submarina, consigue una buena flotabilidad y preocúpate por no hacer daño cuando te prepares para la foto.
- Atento al octopus y manómetro. Ancla bien a tu chaleco todos los accesorios que llevas y no dejes que toquen el fondo, rocas o coral.
- Presta atención al fondo arenoso. Hay más vida en los fondos arenosos de lo que nos pensamos, muchos seres los habitan. Trátalos con respeto y asegúrate de que no hay nada antes de apoyarte.
- Denúncialo. Si trabajas con centros de buceo o compañeros que no respetan la vida marina, hazlo saber, todos los que amamos el océano ganamos.
El océano no necesita alimento adicional
No solo tocar la vida marina es perjudicial para el ecosistema, considerar el océano una pecera es un error muy común entre centros de buceo más pendientes de hacer dinero que de respetar la vida salvaje. En algunas zonas se ha acostumbrado a tortugas a que se acerquen a los buceadores dándoles alimento para así tener una inmersión que recordar y una preciosa foto que compartir. En el océano hay, de momento, alimento para todos y la alimentación artificial puede romper la cadena trófica, facilitando el nacimiento de plagas incontroladas. Hay tortugas que se alimentan de medusas y si les damos un alimento fácil dejarán de comérselas, aumentando la posibilidad de que se creen plagas.
Tomemos como ejemplo Oslob, Filipinas, donde en algunas zonas se alimenta a mano a los tiburones ballena para deleite de turistas. Lo que quizá no saben estos turistas es que estas formas de alimentación están cambiando los patrones de migración de estos tiburones y, además, están sufriendo accidentes al acercarse a cualquier bote en busca de alimento, siendo dañadas por las hélices de algunas embarcaciones.
El buceo es un privilegio, es una incursión en un mundo delicado donde podemos tener un gran impacto, negativo o positivo. Nosotros somos los que invadimos su espacio, que tiene unas reglas que debemos seguir para no perjudicarlo.