La tortuga laúd (Dermochelys coriacea), también conocida como tortuga baúla, es la tortuga más grande del mundo, habiéndose registrado un ejemplar de 916 kilogramos. Eso sí, su peso medio se sitúa entre los 300 y 600 kilos con una longitud de 1,6 metros.
La tortuga laúd, la única especie viva del género Dermochelys, es fácilmente identificable por su caparazón flexible cubierto por piel y carne grasa (en inglés se conoce como leatherback o “espalda de cuero”). Esta tortuga marina es de color oscuro con manchas blancas y rosadas. Las hembras se pueden diferenciar de los machos por su mayor tamaño y una característica marca rosa en la parte superior de la cabeza. Cuentan con el diseño más hidrodinámico de todas las tortugas gracias a su gran caparazón en forma de lágrima.
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Además de su enorme tamaño, la tortuga laúd puede ser fácilmente identificada por las estrechas crestas que recorren longitudinalmente su caparazón y por sus grandes aletas delanteras que pueden llegar crecer hasta los 2 metros. Su esperanza de vida exacta se desconoce ya que los machos nunca vuelven y pasan toda su vida en el mar, pero se cree que pueden llegar hasta los 80 años de edad.
Tortuga laúd. Imagen de rustinpc
Vitales para la buena salud del océano
Estas tortugas pueden estar sumergidas entre 30 y 70 minutos, pero habitualmente salen a la superficie a respirar cada 3 a 8 minutos. De adultos las tortugas laúd se alimentan principalmente de medusas, siendo un remedio natural extraordinario contra las plagas de estos animales ya que pueden comer cientos cada día. Una característica excepcional de estas tortugas es que pueden adentrarse en aguas frías e incluso sumergirse hasta los 1.000 metros en busca de alimento. Las tortugas laúd persiguen a las medusas sumergiéndose en aguas más profundas durante el día y aguas superficiales por la noche siguiendo el patrón de las medusas. Esta estrategia de caza a menudo coloca a las tortugas en aguas muy frías.
Las tortugas laúd son uno de los pocos animales que pueden comer medusas. Los científicos siguen estudiando cómo puede ser que una tortuga que se alimenta prácticamente en exclusiva de medusas llegue a pesar hasta 600 kilos.
Tortuga laúd alimentándose de medusas
A través del rastreo de las tortugas laúd frente a la costa oriental de Canadá descubrieron que tienen preferencia por las especies de medusas de mayor tamaño, como la medusa melena del león, pudiendo comerse dos de estas medusas, y por completo, cada minuto. De esta manera ayudan a controlar la población de medusas, evitando que se vuelvan demasiado abundantes y compitan con otras especies por los recursos.
El desgaste de la tortuga durante la caza de medusas es mínimo: la boca y garganta de la tortuga laúd está repleta de cientos de ganchos y espinas que, una vez la medusa es atrapada por el pico de la tortuga, es imposible que la medusa escape.
Las espinas de la boca de la tortuga laúd impiden que ninguna presa se escape
Las tortugas laúd se encuentran principalmente en el océano abierto pudiendo realizar viajes de hasta 20.000 kilómetros en un período de 647 días aunque normalmente realizan migraciones de alrededor de 7.000 kilómetros durante varios meses.
Esta capacidad de migración tiene especial importancia en otro papel relevante de las tortugas laúd en el ecosistema. Al desplazarse tantos kilómetros por el océno, se alimentan de una gran variedad de medusas y sus productos de desecho proporcionan diferentes nutrientes a miles de otras especies.
Anidación de las tortugas laúd
Al igual que todas las tortugas marinas, las tortugas laúd salen de la arena de sus playas de anidación en el momento de la eclosión y se dirigen inmediatamente al mar. Este es el momento más peligroso de sus vidas, en el que se enfrentan a muchos depredadores el en momento más frágil de su existencia. Cangrejos fantasmas, lagartos, mapaches, coyotes, ginetas, mangostas y aves costeras son sus principales depredadores en esta etapa.
Mapa de anidación de la tortuga laúd. En Rojo marcados los puntos principales de puesta. Fuente wikipedia
Para anidar, las tortugas laúd hembras emergen por la noche en las playas para depositar sus huevos. Usando sus aletas traseras excavan profundos nidos en forma de bota donde depositan alrededor de 100 huevos. Mientras que otras especies de tortugas marinas casi siempre vuelven a su playa de eclosión, las tortugas laúd puede elegir otra playa en los alrededores.
Amenazas de las tortugas laúd
En los últimos 30 años, el número de tortugas laúd del Pacífico occidental se han reducido en un 78 por ciento, poniendo en serio peligro la supervivencia de esta especie. Entre los peligros a los que se enfrentan las tortugas laúd adultas se encuentran las redes de pesca a la deriva que asfixian a las tortugas, los palangres o la caza en los lugares de anidación para el consumo de su carne. Pero también los huevos de estas tortugas están sufriendo tanto el expolio del hombre, que en lugares como Malasia se consideran un manjar. Otros aspectos como por el aumento de la temperatura de las playas o la introducción de cerdos, jabalíes o perros en las playas donde anidan están poniendo en peligro la supervivencia de la especie.