La tortuga boba (Caretta caretta), conocida también por tortuga caguama, es una tortuga marina pelágica que habita océanos de todo el mundo. El tamaño de la tortuga boba se encuentra alrededor de los 90 cm de longitud (aunque se han encontrado ejemplares de más de 2,5 metros de largo) siendo la más grande tras la tortuga laúd con un promedio de 135 kg de peso.
Morfología
El color de la piel de las tortugas bobas varía del amarillo al marrón y su caparazón es normalmente de color marrón rojizo. No hay diferencias externas de género hasta que el animal se convierte en adulto, la diferencia más obvia es que los machos adultos tienen colas más gruesas y cortas. El caparazón está formado por placas óseas que protegen su cuerpo contando con cinco placas dorsales y de 12 a 13 marginales. Su plastrón (o zona ventral) tiene 3 pares de placas inframarginales. Una característica curiosa de estas tortugas es que los ejemplares más jóvenes de las tortugas bobas cuentan con 3 crestas en el caparazón que pierden según van alcanzando la madurez.
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Para diferenciar a las tortugas bobas de otras tortugas marinas hay que fijarse en su gran cabeza así como, en los adultos, los parásitos y algas que residen en el caparazón. Se tiene constancia de más de 100 especies de animales y 37 tipos de algas que viajan por los océanos del mundo a lomos de las tortugas bobas.
Hábitat
La tortuga boba se encuentra en los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, así como en el Mar Mediterráneo. Los machos pasan toda su vida en el océano, en aguas costeras y poco profundas, y las hembras se adentran brevemente en tierra solo para desovar. Las crías de las tortugas bobas, tras la eclosión, se dirigen al mar donde residen en esteras de algas flotantes.
Las tortugas bobas pueden pasarse hasta un 85% del tiempo sumergidas, siendo los machos buceadores más activos que las mujeres. El promedio de duración de las inmersiones es de 15 a 30 minutos, pero pueden permanecer sumergidos durante un máximo de cuatro horas e incluso durante los meses más fríos del año pueden estar sumergidas hasta siete horas para emerger durante sólo siete minutos para respirar.
Reproducción
La tortuga boba tiene una baja tasa de reproducción, las hembras realizan cuatro puestas para pasar a un estado de reposo reproductivo hasta dos o tres años después. La tortuga boba llega a la madurez sexual entre los 17 y 33 años y vive un máximo de 67 años.
Florida es el sitio de anidación más popular del mundo, con más de 67.000 nidos construidos por año. En el Océano Índico, a lo largo de la costa africana, también se producen muchas anidaciones de tortugas bobas.
Hembra de tortuga boba volviendo al mar tras depositar sus huevos en Virginia Beach, Estados Unidos. Imagen de USFWS
Se tienen evidencias de migraciones para la anidación de 14.500 km. El Mar Mediterráneo es una especie de guardería para las crías así como un lugar común para los adultos durante los meses de primavera y verano. Casi el 45% de la población juvenil del Mediterráneo ha migrado desde el Atlántico. Grecia es el sitio de anidación más popular a lo largo del Mediterráneo, con más de 3.000 nidos por año.
Después de incubar durante alrededor de 80 días, las crías cavan para salir a la superficie, por lo general ocurre por la noche cuando la oscuridad aumenta la posibilidad de escapar a la depredación y los años por extremas temperaturas de la arena superficial se reducen. Las crías entran en el océano y se guían por el brillo del horizonte que crea por el reflejo de la luna y de las estrellas de la superficie del agua.
Las crías pueden perder hasta un 20% de su masa corporal debido a la evaporación del agua en su viaje desde el nido al océano. Una vez en el océano nadan durante aproximadamente 20 horas para alejarse de los peligros de la costa.
Alimentación
La tortuga boba es omnívora aunque se alimenta principalmente de invertebrados bentónicos como gasterópodos, bivalvos y decápodos siendo la tortuga marina con la dieta más variada: esponjas, corales, plumas de mar, gusanos poliquetos, anémonas de mar, percebes, cefalópodos, braquiópodos, isópodos e incluso insectos, erizos, pepinos de mar, estrellas de mar o peces (tanto huevos como juveniles y adultos) forman parte de su dieta. Durante las migraciones en mar abierto también son capaces de alimentarse de medusas, moluscos flotando, calamares y peces voladores.
Amenazas
Como muchas otras tortugas cuentan con numerosos depredadores, sobre todo de sus huevos y en el momento siguiente a la eclosión. De adultos solo los tiburones más grandes como el tiburón tigre o toro son capaces de cazarlos junto con mamíferos como la orca e incluso focas.
La tortuga boba está considerada una especie en peligro de extinción. Sus principales amenazas con las redes a la deriva y de arrastre que les conducen a la asfixia así como la desaparición de playas de anidación y la introducción de depredadores exóticos
Sus huevos son devorados por escarabajos, hormigas, cangrejos, serpientes, aves y seres humanos. Durante su migración desde sus nidos hasta el mar, las crías son también presa cangrejos, sapos, serpientes y gran variedad de aves marinas. Ya en el océano, los depredadores de las crías de la tortuga boba son el pez loro, morenas y cangrejos.
Una vez los huevos han eclosionado las crías de la tortuga boba se dirigen rápidamente al océano. Imagen de USFWS
Las tortugas bobas no han sido históricamente una especie muy apreciada por su carne o huevos entre los seres humanos aunque sí se han consumido pero menos que otras especies. En México, los huevos de tortuga son una comida común, considerada un afrodisíaco.
Otra de las grandes amenazas de estas tortugas son los plásticos. Teniendo en cuenta que cerca de 24.000 toneladas de plástico se vierten en el océano cada año y la capacidad omnívora de esta especie de tortuga es normal encontrar en muchos cadáveres de tortuga boba restos plásticos como bolsas, láminas, globos o líneas de pesca abandonadas.