Princesa Alice, cuyo nombre proviene de una expedición en 1896 a bordo del "Princess Alice" comandado por el Príncipe de Mónaco, se encuentra entre las islas de Pico y Faial y podría calificarse sin duda como el punto de buceo más espectacular del Atlántico y una de las grandes atracciones del buceo en Azores. Princesa Alice es un monte submarino con profundidades mínimas de 40 metros pero que se pierde en los abismos del Atlántico sobrepasando profundidades de más de 500 metros.
El acceso a Princesa Alice se hace a través de barco tras unas tres horas de navegación siendo el viaje un aliciente más ya que se tiene unas extraordinarias vistas de Faial y Pico y no es de extrañar contar con avistamientos de ballenas, delfines o tortugas. Una vez allí, bajando por la boya, empezaremos a ser recibidos por curiosas mobulas que se arremolinan alrededor de los buceadores. Además de las mobulas, en Princesa Alice podremos ver tiburones azules, tiburones de Galápagos y grandes cardúmenes de carángidos, atunes, bicudas, mantas birostris e incluso marlines negros aparecen de vez en cuando por Princesa Alice.
Buceo en Princesa Alice, uno de los los puntos de buceo más espectaculares del Atlántico. Imagen de ©James Rd Scott
No es necesario ser un experto buceador ni bajar hasta los 40 metros para disfrutar de una inmersión inolvidable en Princesa Alice. Podemos colgarnos del azul a 5, 10 o 15 metros y ver cómo las mobulas u otros pelágicos se pasean a pocos metros de la superficie. Aún así, hay que tener en cuenta que esta inmersión se encuentra en mar abierto y recibe fuertes corrientes con lo que es importante contar con cierta experiencia.
Aquellos que puedan sumergirse más allá de los 30 y 40 metros podrán ver una gran abundancia de colorida vida marina con doncellas, fredis, cabrillas y pejeperros... pero seguro que siempre con la mirada puesta en los asombrosos grupos de pelágicos que aquí se congregan.