Probablemente el Triángulo de Coral sea para ti un completo desconocido. Quizá no sepas dónde está y mucho menos en qué puede afectarte su buena o mala salud. Para entender el valor del Triángulo piensa en el océano como un único ser vivo y en el Triángulo de Coral como su corazón. El Triángulo recibe dos corrientes cargadas de nutrientes (la Corriente Ecuatorial del Norte y la Corriente Ecuatorial del Sur) que alimentan a los corales y a otras miles de especies animales que allí viven. Desde las más pequeñas que puedas imaginar hasta los más grandes depredadores que conozcas.
¿Sabías que pensando en los amantes del océano como tú hemos creado esta colección de camisetas? Son solo para defensores del mar e ideales como regalo ;-) ¡Pide la tuya ahora!
En Triángulo, a través de la Corriente de Kuroshio, envía a su vez más nutrientes en forma de larvas hacia el Pacífico para alimentar a todo tipo de peces y grandes mamíferos en su recorrido hacia aguas frías del norte.
El Triángulo también hace fluir la vida hacia el sur, hacia Australia. Esa vida fluye a través de dos corrientes (la Corriente de Leeuwin y la Corriente de Australia Oriental) que la bordean, y a su vez, llevando alimento a la célebre Gran Barrera de Coral de Australia. Por último, del Triángulo salen, en camino al Índico a través de la Indonesian throughflow, grandes peces y más alimento microscópico hasta la costa de África.
Así, el Triángulo de Coral recibe dos ricas corrientes con las que crea el área de mayor biodiversidad del océano para distribuir esa riqueza a todo el planeta. Como en el resto de seres vivos, si falla el corazón todo el organismo muere por falta de nutrientes. Si muere el corazón del océano estamos ante un serio problema. El Triángulo no solo proporciona alimento a todo el océano distribuyéndolo a través de las corrientes, también permite que los principales arrecifes de coral, praderas submarinas y manglares estén sanos y nos permitan respirar.
En contra de lo que habitualmente se cree, el 80% del oxígeno que respiramos proviene del océano. En su mayoría de la vegetación submarina, no de la terrestre. Aprovechamos que el día 9 de junio es el Día Internacional del Triángulo de Coral para contarte cuál es la importancia de esta esquina olvidada, mucho más que un paraíso para buceadores. Y también cómo su deteriorada salud afecta en la vida diaria de todos los seres humanos.
¿Qué es el Triángulo de Coral?
El Triángulo de Coral es un vasto territorio formado por distintos mares y miles de islas que se extiende alrededor de seis países del sudeste de Asia y el Pacífico: Indonesia, Malasia, Filipinas, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón y Timor Oriental. En total cubre 6 millones de kilómetros cuadrados con una población de más de 120 millones de personas. La mayoría sobrevive directamente del alimento y seguridad que les proporciona el Triángulo. Hay casos especiales de habitantes que viven en las aguas que forman el Triángulo, como la tribu nómada Bajau Laut. A pesar de su nombre, el Triángulo es mucho más que coral. Gran cantidad de extensas praderas marinas y manglares se pueden encontrar en esta zona, lo que da más valor aún a este triángulo. No en vano es el área de mayor biodiversidad marina del mundo. Tan extraordinario crecimiento de coral tiene que existen arrecifes únicos más grandes que todo los arrecifes de coral del Caribe juntos.
¿Por qué es importante el Triángulo de Coral y su conservación?
El Triángulo de Coral es, además de la bomba que distribuye alimento, el hogar de más de 2.000 especies de peces de arrecife y del 37% del total de los peces de arrecife del mundo. Es un punto en el planeta vital para la pervivencia de las tortugas marinas ya que 6 de las 7 especies de tortugas anidan y se alimentan en esta zona. Y ya sabemos que las tortugas, como los tiburones, tienen un papel fundamental en el equilibrio del ecosistema marino.
Más datos que muestran su relevancia: el 75% de las especies de coral de todo el mundo se pueden encontrar aquí, donde se concentra el 30% de todos los corales del planeta. A este porcentaje al que habría que sumar el de los arrecifes que forman la Gran Barrera de Coral australiana que vive, en parte, como hemos visto, de los nutrientes que recibe del Triángulo.
Al Triángulo se le conoce como "el Amazonas submarino" por ser el lugar bajo el agua con mayor biodiversidad. Pero también por su incalculable aportación de oxígeno a la atmósfera. El coral es mucho más que un animal que proporciona seguridad a los pececillos de colores y a las costas ante maremotos y fuertes oleajes. Dentro de los pólipos del coral viven unas microalgas, llamadas zooxantelas, que al realizar la fotosíntesis proporcionan al coral azúcares y oxígeno. Algo que no es aprovechado en su totalidad por los corales y llega a la atmósfera para que seas tú el que lo aproveches. Gracias a las algas, praderas marinas y a las zooxantelas (que también viven en otros organismos como esponjas y anémonas) podemos respirar. Perder el Triángulo desequilibraría el océano y, literalmente, respirar sería cada vez más difícil.
Por si fuera poco, el Triángulo es responsable directo de la alimentación diaria de millones de personas. Un solo kilómetro cuadrado de arrecife sano del Triángulo de coral produce más de 45 toneladas de alimento al año, 35 de ellas peces. Estamos hablando de una zona prácticamente desconocida que genera más de 200 millones de toneladas de alimento cada año. Una buena fuente de alimento para todos teniendo en cuenta que, según la FAO, cada año los seres humanos producimos alrededor de 10.000 millones de toneladas de alimento.
La guardería del atún
Además de "el Amazonas submarino", al Triángulo se le llama en ocasiones "La guardería del atún". Esta zona ofrece una perfecta zona de desove y protección a las crías (como lleva haciendo antes de que nosotros estuviésemos aquí). Siendo además el punto de partida de rutas migratorias de especies de gran interés comercial. En el Triángulo de coral desovan diferentes especies de atunes, principalmente el atún de ojos grandes o Patudo (Thunnus obesus), el atún listado (Katsuwonus pelamis) y el atún de aleta amarilla (Thunnus albacares). El Triángulo de coral proporciona a estos atunes un refugio y zona de alimento idónea. Así podrán crecer lo suficiente como para ser capaces de emprender nuevas y duras rutas de migración hacia el Pacífico e Índico en busca de alimento. La importancia de los atunes no solo reside en ser alimento para seres humanos, grandes peces o por su "responsabilidad" como equilibrador del ecosistema. Un solo atún adulto puede llegar a poner hasta 45 millones de huevos cada año, la inmensa mayoría comidos por otras especies de peces y mamíferos marinos, que son distribuidos por todo el océano desde el Triángulo.
Los atunes han sido pescados por comunidades locales del Triángulo desde hace miles de años. Pesca siempre con métodos tradicionales que no afectaban en absoluto al equilibrio de las poblaciones de atunes. Pero hoy, y desde hace décadas, los atunes, a su llegada al Pacífico, se encuentran con cerqueros atuneros capaces de capturar más de 200 toneladas de atún al día. El problema de estas técnicas no es solo que se esquilme la población hasta el casi colapso de algunas especies de atún. Además de adultos se capturan millones de ejemplares jóvenes que aún no han llegado a reproducirse y que no volverán al Triángulo a repetir el ciclo y seguir alimentando al océano. Hay que tener en cuenta que una quinta parte del atún que se consume en el mundo proviene del Triángulo.
Según WWF más de 300.000 toneladas de atunes juveniles provenientes de esta zona se capturan cada año. Si se dejase madurar a esos peces juveniles el valor en el mercado sería de 1.200 millones de dólares, triplicando el precio actual. Aunque solo sea por el dinero que genera y que parece ser el único idioma que conocen los legisladores, merece la pena prestarle atención. La defensa del Triángulo de coral requiere unas políticas de protección más exhaustivas respecto a los recursos naturales que genera. Necesitamos que el regalo de la naturaleza que es el atún, siga existiendo y pueda seguir alimentando al planeta.
¿Por qué está en peligro el Triángulo de Coral?
Hay varias razones que están situando esta joya en serio peligro. Por un lado la zona donde se encuentra el Triángulo de Coral, en el centro de la zona Asia-Pacífico, es una de las que más rápido crecimiento económico e industrial está sufriendo. Ello ha llevado a que las prácticas tradicionales de pesca sostenible hayan dado paso a pesca sin control. Cada vez hay más flotas locales grandes que arrasan con todo tipo de peces. Ya no se espera a que los atunes lleguen al Pacífico o al Índico. Los grandes pesqueros se están introduciendo en el Triángulo capturando cada vez más alevines. Además, se están esquilmando más especies de arrecife, lo que perjudica indirectamente a los corales. La falta de estos peces que se alimentan de algas hace que éstas se multipliquen con mayor libertad impidiendo la entrada de luz en el arrecife.
Por otro lado el aumento de industrias que utilizan el océano como basurero también afecta a la salud del Triángulo y sus corales. El crecimiento económico ha traído a zonas de Indonesia y Filipinas nuevas industrias que arrojan al océano desechos químicos que dañan rápida y gravemente la vida marina. A ello se ha sumado un boom de la construcción que está usando el océano como escombrera, tirando al mar miles de toneladas de basura mineral que enturbia el agua e impide la entrada de luz y la realización de la fotosíntesis por las zooxantelas u otras algas.
Y, por último, el calentamiento global. Está llevando a la paulatina muerte de los colares por la acidificación del agua y a un aumento del nivel del mar que también perjudica a los corales, que como ya sabemos necesitan la luz del sol.
Hay mucho que podemos hacer cada uno para ayudar al Triángulo a sobrevivir, pero también puedes directamente apoyar a organizaciones como WWF, que está luchando en campañas específicas para que el Triángulo de Coral no muera.