Los caballitos de mar son un grupo de peces marinos que comprende 55 especies del género Hippocampus. Podemos encontrar caballitos de mar principalmente en aguas tropicales y templadas de todo el mundo, buscando protección en praderas marinas, estuarios, arrecifes de coral y manglares.
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Morfología de los caballitos de mar
Los caballitos de mar varían en tamaño, de los 1,4 centímetros de longitud del más pequeño caballito de mar, el pigmeo de Satomi (Hippocampus satomiae) a los 35 centímetros del más grande, el caballito barrigudo (Hippocampus abdominalis). Los caballitos de mar son peces óseos sin escamas que cuentan con una piel muy delgada sobre una serie de placas óseas. Estas placas se disponen en anillos a lo largo de su cuerpo, variando el número de anillos según la especie. La cabeza de los caballitos está coronada por protuberancias que permiten distinguir cada individuo.
Los caballitos de mar nadan en posición vertical. Otra característica que no es compartida por sus familiares más cercanos, como las agujas de mar, que nadan horizontalmente. El cuello de los caballitos de mar es flexible y está bien definido, otra característica diferencial respecto al resto de peces. Los caballitos de mar son nadadores muy lentos y se trasladan por el fondo agitando rápidamente la aleta dorsal (hasta 35 veces por segundo) y usan las aletas pectorales, situadas detrás de los ojos, como timón. Ya que sus habilidades natatorias no son muy buenas se les suele encontrar descansando, agarrados con sus colas prensiles a corales o algas. El largo hocico de los caballitos de mar, que es el responsable del nombre común que reciben estos peces, se utiliza para absorber las presas. Cuentan con unos ojos capaces de moverse de forma independiente el uno del otro, al igual que los camaleones.
Reproducción de los caballitos de mar
Una de las características más sorprendentes de estos peces es que son los caballitos de mar machos los que dan a luz a las crías. El macho, que cuenta con una bolsa ventral, aloja hasta 1.500 huevos que la hembra deposita en esta bolsa y el macho los incuba entre 9 y 45 días hasta que unos minúsculos caballitos de mar emergen completamente desarrollados.
Una vez que los caballitos de mar son liberados en el agua son completamente independientes pero menos de un 0,5% de esos caballitos llegará a la edad adulta ya que son susceptibles de ser devorados por infinidad de organismos o arrastrados por la corriente fuera de la seguridad de las praderas de posidonia oceánica o los arrecifes de coral, muriendo de agotamiento debido a su poca habilidad para el nado.
Caballito macho dando a luz a 1.800 caballitos de mar
Alimentación
Los caballitos de mar son peces carnívoros que se alimentan principalmente de pequeños crustáceos que flotan en el agua o se arrastran por el fondo pero también incluyen en su dieta larvas, peces o invertebrados. Su técnica de caza se basa en el camuflaje y las emboscadas para absorber con su boca pequeños organismos. Aunque pueda parecer lo contrario, son unos peces muy voraces, capaces de comerse 3.000 artemias cada día.
Caballito de mar pigmeo de Pontoh (Hippocampus Pontohi). Imagen de prilfish
Conservación y amenazas de los caballitos de mar
La dificultad de estudio de los caballitos de mar, junto con que se desconoce su población, impide realizar una evaluación de su estatus y riesgo de extinción, Lo que sí se sabe es que algunos de sus hábitats, como las praderas marinas o los arrecifes de coral, están siendo gravemente deteriorados lo que afecta directamente a estos peces.
Caballito de mar pigmeo (Hippocampus bargibanti). Imagen de PacificKlaus
Los caballitos de mar están sufriendo también el expolio por aficionados a acuariofilia, que compran o capturan estos peces sin saber que suelen morir muy rápidamente ya que solo comen presas vivas y sufren mucho estrés en acuarios contrayendo enfermedades muy fácilmente.
Una de las mayores amenazas de los caballitos de mar es su captura para el uso en medicina tradicional china, para lo que se estima que se pescan 20 millones de caballitos cada año en su hábitat natural ya que los criados en cautiverio no sirven para estas prácticas “medicinales”.
