Dar con un tiburón de Groenlandia (Somniosus microcefalia) es una afortunada casualidad y una gran ocasión para ampliar lo poco que conocemos de este animal. Salvo que seas uno de los pocos inuits que quedan o bucees en las aguas más que frías de Canadá, Groenlandia o Islandia, las posibilidades de que te encuentres uno de estos animales de aspecto prehistórico son mínimas. Y si buceas allí y tienes curiosidad por ver uno tendrás que descender a las profundidades abisales entre los 1.200 y los 2.000 metros que ocupan la mayor parte de su vida.
Por eso mismo, por la dificultad de encontrar uno, el cámara Adam Ravetch muestra tal satisfacción y emoción al contar su encuentro con uno de estos tiburones. Además de ser muy esquivo, este escualo cuenta con algunas características que lo hacen único y especial. Por un lado, se le considera uno de los vertebrados más longevos del planeta, capaz de llegar a vivir más de 200 años. Cuando te mantienes prácticamente congelado (vive en aguas entre 0ºC y 2ºC) y gastas poca energía (solo puede alcanzar una velocidad máxima de 1,6 millas por hora) te puedes permitir vivir más tiempo. Otra característica curiosa es que su carne es venenosa, con un alto contenido en ácido úrico... carne con la que los islandeses e inuits llevan elaborando (y comiendo) un delicioso plato llamado Hákarl durante milenios.
Camisetas para amantes de los tiburones
VER MÁS CAMISETAS DE TIBURONESOs dejamos con la transcripción del vídeo, de la entrevista a este cámara que tuvo tan inesperado encuentro.
"El tiburón de Groenlandia es probablemente una de las criaturas más extrañas del planeta. Es un tiburón de aguas profundas, prehistórico, que cuenta con una agalla más que los tiburones de hoy. Viene de otra era.
Vive a miles de metros de profundidad así que poca gente sabe nada acerca de ellos. Los científicos te dirán que cuenta con la población de tiburones más numerosa del planeta básicamente por que no hay comercialización real de su carne. Viven en tales profundidades que nadie en realidad puede estar en contacto con ellos.
El tiburón de Groenlandia puede vivir hasta los 200 años de edad. Otra característica extraña es que tienen unos parásitos, unos gusanos, que de alguna manera dan con el tiburón, se enganchan a la aleta, encuentran el camino hacia el ojo, se adhieren ahí y pasan el resto de su vida alimentándose de los tejidos del ojo, cegando por completo al tiburón. Por otro lado este tiburón no necesita ver para conseguir su alimento. Vive en aguas donde no llega la luz y sobrevive gracias a su increíble sentido del olfato. Así es cómo encuentra a sus presas, probablemente también gracias a que detecta vibraciones en el agua.
En mi experiencia, el tiburón de Groenlandia no es peligroso. Fue bastante dócil, nada muy lentamente. Científicos e inuits han encontrado en sus estómagos restos de focas, así que pensamos que incluso pueden llegar a cazar hasta a una foca.
Sus bocas son parecidas a las de los tiburones nodriza y sus dientes tienen la función de para aplastar y partir a criaturas que viven en los fondos así que probablemente no persiguen presas de gran tamaño. Pero si consiguen acercarse lo suficiente a una foca, pueden, a través de su mandíbula extensible, capturar la foca y, girando a derecha e izquierda sobre sí mismos, como hacen los cocodrilos, arrancar un pedazo de la presa.
Nosotros no nos sentimos en peligro, no sentimos que nos pudiese morder, simplemente nadamos juntos. Es solo una maravillosa pieza más del puzzle que forma el ecosistema del Ártico y estamos encantados de haber podido nadar a su lado. De haber encontrado uno y documentarlo."