Si buceas, lo sabes: las aletas de buceo son una parte esencial del equipo de cualquier submarinista. Imprescindible. Nos permiten movernos, propulsarnos bajo el agua y controlar nuestra flotabilidad. Son un elemento que parece accesorio para el que no bucea, pero a nuestras aletas les cogemos mucho cariño, damos gran valor. ¡Es difícil prescindir de tus aletas favoritas!
Así que si quieres mantener tus aletas en perfecto estado, darles el cuidado y mantenimiento adecuados para prolongar su vida útil y mantener un rendimiento óptimo, sigue leyendo. En los siguientes 10 puntos te proporcionamos una guía completa de consejos para el cuidado y mantenimiento de tus aletas de buceo, asegurando que estén siempre en las mejores condiciones para acompañarte durante años.
1. Enjuágalas después de cada inmersión
Tras cada inmersión verás como tus compañeros de inmersión corren a enjuagar las máscaras, reguladores, linternas y ordenadores de buceo. Pero pocos lo hacen con las aletas. Este es uno de los hábitos más importantes para el cuidado de las aletas de buceo. Tanto como cualquier otro elemento del equipo. La sal del agua de mar es corrosiva para los materiales con que están fabricadas tus aletas y provocan daños a largo plazo. Al enjuagar las aletas con agua dulce eliminamos los restos de sal, protegiendo su integridad y prolongando su durabilidad evitando que poco a poco se vayan degradando.
Imagen de Phuket@photographer.net
2. Sécalas adecuadamente
Después de enjuagar las aletas, es fundamental asegurarse de que estén completamente secas antes de guardarlas. Sacude el exceso de agua y utiliza un paño suave y limpio para secarlas por completo, prestando especial atención a las correas y las hebillas. No guardes las aletas en un lugar húmedo o cerrado, ya que esto podría favorecer el crecimiento de moho o bacterias, provocar olores desagradables y que poco a poco se degraden.
3. Guárdalas de manera correcta
El lugar donde almacenas tus aletas también influye en su estado. Es recomendable guardarlas en un lugar fresco, seco y protegido del sol directo. Un estante o un armario bien ventilado son opciones ideales para mantener tus aletas en buen estado. Para evitar que se deformen evita colocarlas de manera vertical, siempre sobre el lateral de la aleta. Y nunca pongas objetos pesados sobre ellas.
4. Revísalas de vez en cuando
Si no buceas muy a menudo, realiza inspecciones regulares de tus aletas para detectar cualquier signo de desgaste, daños o roturas antes de tus inmersiones o viajes de buceo. Revisa las correas, hebillas y la pala en busca de grietas, rasguños o señales de desgaste excesivo. Si encuentras algún problema, es importante abordarlo de inmediato para evitar que empeore.
5. Acomete reparaciones y reemplazos
Si durante la inspección detectas algún daño en tus aletas, es fundamental abordarlo de manera oportuna. Algunos daños menores, como grietas en las correas o hebillas desgastadas, pueden repararse fácilmente. Sin embargo, si los daños son más significativos, es mejor reemplazar las piezas dañadas o considerar la adquisición de unas nuevas aletas.
6. Lubrica las hebillas
Las hebillas de las aletas pueden requerir una lubricación ocasional para asegurar que funcionen de manera adecuada y evitar que se atasquen. Utiliza un lubricante de silicona específico para buceo y aplícalo según las instrucciones del fabricante. Una lubricación adecuada prolongará la vida útil de las hebillas y facilitará su uso en tu próxima inmersión.
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7. Evita caminar con las aletas puestas
Aunque las aletas de buceo están diseñadas para ser resistentes, caminar con ellas puestas fuera del agua puede dañar la pala, deformar la aleta y disminuir su eficiencia en el buceo. Evita caminar con las aletas en terrenos duros o rocosos. Muévete con los escarpines y ponte las aletas justo cuando vayas a entrar en el agua.
8. Evita el contacto con sustancias químicas
Las aletas de buceo pueden verse afectadas por el contacto con sustancias químicas, como aceites o disolventes. Evita exponer tus aletas a este tipo de productos, ya que pueden deteriorar los materiales y afectar su rendimiento.
9. Cuida la pala
La pala de las aletas es la parte más importante para lograr una propulsión eficiente. Evita golpearla contra objetos duros o utilizarla para empujar o desplazar objetos bajo el agua. Trata de mantener un movimiento suave y fluido al patear para evitar posibles daños.
10. Usa protecciones para viajes
Si planeas viajar con tus aletas de buceo, considera utilizar protecciones especiales para evitar daños durante el transporte. Existen fundas y bolsas acolchadas diseñadas para proteger tus aletas mientras viajas, asegurando que lleguen a su destino en perfectas condiciones.