Ya hemos hablado en varias ocasiones, como en nuestro artículo "Sin azul no hay verde", de la necesidad de mantener los océanos vivos para mantener la vida en el planeta. Así de crudo, si perdemos la vida en los océanos no podremos sobrevivir en tierra firme. La cadena trófica está sujeta por diferentes especies que mantienen un equilibrio vital y que su desaparición sería una catástrofe para la vida.
Hoy vamos más al detalle, mostrando ocho especies marinas, animales y vegetales, que quizá conoces pero no tanto cuánto les necesitamos:
1. Atún
Atún rojo en el Mediterráneo. Imagen de Keith Ellenbogen de Oceana
El atún no solo ha alimentado a lo largo de la historia a decenas de civilizaciones, también es un gran depredador que mantiene bajo control diferentes poblaciones marinas. Se trata de un pez que se alimenta de todo tipo de presas y su existencia garantiza un sano equilibrio entre los diferentes niveles de la cadena alimenticia. Un drástico descenso de la población del atún tendría efectos muy graves sobre la salud del océano, afectando también directamente a la alimentación de centenares de millones de seres humanos de todo el planeta.
2. Krill
Krill, alimento principal de muchas especies de ballena
El krill, pequeños organismos similares a los camarones que miden de 3 a 5 cm, conforma gran parte de la base alimentaria, especialmente en los océanos del sur, de especies que juegan un papel primordial en la salud del océano como las ballenas. Es el alimento de diferentes peces, aves y especialmente de las ballenas y su desaparición significaría el fin de un eslabón primordial en la cadena trófica oceánica.
3. Manglares
Tiburones limón en un manglar. Imagen de Anita Kainrath
Los manglares son bosques formados por árboles tolerantes al agua salada que ocupan centenares de kilómetros en zonas tropicales. Estos bosques aportan seguridad ante desastres naturales como huracanes o maremotos a miles de especies de aves, crustáceos o peces. Muchas comunidades se alimentan de especies que crían en manglares y son importantísimos para sustentar la economía local de decenas de países que ocupan el trópico.
4. Diatomeas
Las diatomeas son algas unicelulares microscópicas que proporcionan alrededor de la mitad del alimento primario del océano. Con más de 100.000 especies, son la base alimentaria del océano, entre otros del krill, pero además producen gran parte del oxígeno que consumen los seres vivos de la tierra.
5. Tiburones
Los océanos y mares de la Tierra albergan 350 especies de tiburón. Como grandes depredadores y carroñeros, los tiburones tienen un papel muy importante como reguladores de la salud de los océanos. Los tiburones se alimentan de las especies más numerosas y de los animales más débiles y enfermos para asegurar la diversidad de especies tanto animales como vegetales.
6. Hongos
Estos organismos tienen la capacidad especial para ayudar a la recuperación de las zonas marinas afectadas por la contaminación. Gracias a la microrremediación, los hongos descomponen y neutralizan las sustancias químicas nocivas, como el petróleo y pesticidas, acumuladas en el medio ambiente, salvando la vida del medioambiente de miles de especies.
7. Ballenas
Después de siglos de sobreexplotación y caza las ballenas hoy se encuentran protegidas y aunque su población es mucho más reducida que hace 300 años, su permanencia en nuestro planeta no está en peligro. Además de ser una atracción turística que proporciona varios millones de euros a empresas turísticas locales, la muerte por causas naturales de las ballenas proporciona vida a la región bentónica. Diferentes especies y comunidades que residen en el fondo del mar sobreviven gracias a los restos de ballenas fallecidas.
8. Tunicados
La familia de los tunicados o unicordados esta compuesta por 2.800 especies marinas. De apariencia insignificante, son unos animales que se adhieren a las rocas gracias a la segregación de una sustancia celulósica llamada tunicina que contiene potentes compuestos que combaten los cánceres de la piel, incluyendo el melanoma.
Teniendo en cuenta que conocemos una parte muy pequeña de las especies que alberga el océano, es necesario que conservemos la vida marina aunque solo sea por egoísmo, por los enormes beneficios que nos proporciona.