Para la mayoría de los buceadores que se inician en este deporte las primeras inmersiones pueden ser algo estresantes: tienes que estar pendiente de diferentes accesorios que aún no controlas, en un entorno que no es el tuyo, tratando de compensar, descender despacio, mantener la flotabilidad, estar cerca de tu compañero... todo ello tratando de no ahogarte y con la emoción irrepetible de las primeras inmersiones.
Como estos primeros momentos no suelen ser fáciles, aquí tienes 10 sencillos consejos para todos aquellos que estamos aprendiendo a bucear para que cada inmersión sea mejor y más cómoda que la anterior.
1. Lleva el tubo
Al principio, sobre todo por los nervios, solemos consumir mucho aire de nuestras botellas y acortamos las inmersiones más de lo que nos gustaría. Mientras estés esperando al resto de compañeros a descender por el cabo o si vas adentrándote desde costa hasta el punto de inmersión, usa el tubo (o snorkel). De esta manera ahorrarás aire para la inmersión, tendrás una preocupación menos y estarás más relajado a la hora de iniciar el descenso.
2. Compra una máscara de buceo que se ajuste correctamente
No es conveniente bucear con una máscara alquilada salvo que sea nueva. Seguramente la han usado muchos otros buceadores antes que tú y será más fácil que se llene de agua y estés constantemente vaciándola.
Busca una buena máscara de buceo, compara, pregunta, prueba y cómpratela donde más barato te salga. Una vez te hagas con la máscara que mejor se adapte a ti tendrás otra preocupación menos bajo el agua. Aquí te contamos los diferentes tipos de máscaras de buceo que existen y en este enlace te ofrecemos unos consejos extra para evitar que se te empañe.
3. Espera a llegar al punto de buceo para ponerte el traje de neopreno
Si pasas calor con facilidad ponte por completo el traje de neopreno en el último minuto, cuando hayas llegado a la zona de inmersión. En definitiva, déjate la parte superior sin poner.
La primera vez que me puse un neopreno lo hice 35 minutos antes de meterme en el mar. En el momento en que llegamos, me sentí como si hubiera pasado 35 minutos en una sauna. Ahora espero hasta que estoy a cinco minutos del sitio de buceo.
4. Bucea con centros de buceo que ofrezcan guías
Siempre que vayas a bucear, sobre todo en tus primeras inmersiones y al menos hasta que consigas la certificación Advanced Open Water Diver y hayas buceado numerosas veces en ese punto de buceo, confirma que el centro de buceo o el operador del crucero te ofrecen un guía. Además, asegúrate de que el guía sabe tu nivel de buceo y que te pone como compañero a alguien que esté en condiciones de bucear. Toda seguridad es poca, sobre todo cuando estás aprendiendo.
5. Mantente hidratado
Aunque ya se ha hablado bastante de este tema no está de más recordarlo. Bebe suficiente agua antes de bucear. Mantente siempre hidratado. Un desequilibrio en el nivel de electrolitos por deshidratación puede causar fatiga, mareos, náuseas, confusión y debilidad, todo ello nada deseable mientras buceamos.
6. Aprende a controlar tu flotabilidad
Aunque creas imposible mantener la flotabilidad y el trim de tus instructores, no te preocupes, algún día lo conseguirás. Poco a poco irás mejorando tu flotabilidad, que debería ser un objetivo básico cada vez que bucees, casi una obsesión.
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Mejorando tu flotabilidad no solo vas a disfrutar más de las inmersiones, también te cansarás menos, consumirás menos aire, causarás un menor impacto en el ecosistema, tomarás mejores fotos y bucear será más seguro. Plantéate esta habilidad como una de las más importantes. No dudes en ir a cursos y practicar en piscina o mar abierto para mejorarla.
7. Únete a un club de buceo
Aunque todos venimos del océano, ninguno nacimos aprendiendo a bucear. La única manera de aprender es practicando y preguntando. No lo dudes, apúntate a algún club de tu ciudad o zona donde vayas a veranear y verás lo rápido que aprendes. No hay nada que les guste más a los buenos buceadores que enseñar a otros con menos experiencia.
8. Mantén tu logbook al día
Más que para anotar la fauna marina que viste (que también) el logbook sirve para aprender a mejorar algunas habilidades según las sensaciones que tuviste durante la inmersión. Por ejemplo, te dirá con cuánto lastre te sientes mejor o cómo afecta a tu flotabilidad un nuevo accesorio o configuración.
En las primeras inmersiones es conveniente alquilar gran parte de tu equipo de buceo y tu logbook puede servirte para decidirte por elementos de tu equipo como un jacket que has alquilado, e incluso para descubrir tus límites de buceo y cómo cambian según adquieres experiencia (cómo te has encontrado a cierta profundidad, sobre la velocidad de ascenso o descenso, dificultades para compensar en unas u otras posiciones, etc.) . Cada buceador es un mundo y en internet puedes encontrar consejos de todo tipo, pero la información de cómo buceas tú solo la encontrarás en tu logbook.
9. Sé un gran compañero de buceo
Algunas veces bucearás con tu compañero de toda la vida, otras lo harás con un completo desconocido, pero lo más importante es que siempre te esfuerces por ser el mejor compañero de buceo posible. Antes de meterte en el agua debes conocer algunos aspectos básicos de tu compañero: nivel de buceo, estado de salud, límites, comunicación bajo el agua, estado del equipo... Ten en cuenta que ser compañero de un buceador es una gran responsabilidad, cuenta contigo por si necesita tu ayuda en una situación crítica. En este artículo te contamos algo más sobre cómo ser un buen compañero de buceo.
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10. Conoce tus límites
Mantente siempre en la zona de confort y no hagas nunca algo que te haga sentir incómodo, ya sea meterte en una cueva o pecio, bajar a determinada profundidad, bucear con un compañero que se encuentra en malas condiciones... Comentar al grupo todas las dudas que te surjan sobre la inmersión que vas a realizar.
De nuevo, nadie nació aprendido y esto es un hobby, nada más. Pregúntate si merece la pena llevarte un buen susto por un hobby.